Milarepa (nacido Mila) fue un Maestro de ECK. Fue un místico y poeta tibetano del siglo XI. Nació hacia el año 1025, en el oeste del Tibet, cerca de la frontera con Nepal.
Su maestro, Marpa Lotsawa, fue un maestro budista tibetano, pero secretamente era un Maestro de ECK. Paul Twitchell fue discípulo de Milarepa en una encarnación anterior.
El padre de Mila logró amasar una buena fortuna a través de los negocios. Cuando Mila tenía 7 años, su padre contrajo una enfermedad incurable. Antes de morir, delegó todas sus propiedades a su hijo, una vez que se hiciera mayor. Mientras, encargó el cuidado de su familia y sus propiedades a los tíos de Mila.
Los tíos, a pesar de haber hecho un juramento al padre fallecido, trataron a Mila, a su madre y a su hermana como sirvientes, casi como a esclavos.
Después de 8 años de humillación y trabajo duro, cuando Mila cumplió 15 años, su madre organizo una fiesta para celebrar que iban a recuperar sus propiedades, e invitaron a los tíos de Mila. Pero estos negaron que existiera ningún pacto con el padre de Mila, y que ellos eran los herederos legales.
Un profundo odio se instaló en el corazón de la madre de Mila y rogó a su hijo que vengara esas injurias. Entonces envió a su hijo a que aprendiera magia negra para que matara a sus despreciables familiares.
Milarepa aprendió magia con los Magi, una orden mística oriental de la religión de Zoroastro, uno de los antiguos grupos que estudiaron secretamente las enseñanzas de ECK y que las practicaron 600 años antes de Cristo.
En este grupo Milarepa adquirió grandes poderes, llegando a dominar las fuerzas destructivas de la naturaleza. Esos poderes los utilizó para vengarse de sus tíos. Cuando sus tíos estaban celebrando el matrimonio de su hijo, provocó el derrumbamiento de la casa y murieron todos los asistentes excepto sus tíos.
Más adelante lo abrumó el remordimiento por lo que había hecho: matar a personas inocentes. Supo que la única manera de expurgar su mal karma era alcanzar la iluminación en su actual vida. Entonces fue a ver a un maestro budista llamado Rongton Lhaga. Tras permanecer con él un tiempo, finalmente este le recomendó que fuera a buscar a Marpa, un maestro budista tibetano.
Marpa era un erudito y traductor del sánscrito al tibetano de las enseñanzas budistas que trajo al Tibet de sus viajes a la India. Fue discípulo del yogui indio Naropa, que le nombró su sucesor. A diferencia de otros maestros tibetanos, nunca se unió a ninguna institución budista. Prefirió vivir como un laico, un hábil hombre de negocios, que crió una familia a la vez que adiestraba a sus discípulos.
Marpa vió que Milarepa era un discípulo de extraordinaria capacidad y enorme determinación.
Para purificar el karma de Milarepa, le trató de forma dura y violenta, sometiendo a su discípulo a un régimen severo y múltiples pruebas antes de comenzar a instruirlo con sus enseñanzas.
Le mandó construir una torre, y hasta tres veces su maestro le mandó derribarla porque decía que había cambiado el diseño. Milarepa tardó cuatro años en construir la torre, pero aprendió a controlar su mente y sus poderes.
Una vez que Milarepa purificó su karma, Marpa lo preparó para que llevara una vida solitaria y le transmitió sus principales enseñanzas. Luego fue enviado a una cueva a meditar.
Tras muchos años de haberse separado de su familia, un día, mientras meditaba en su cueva, se quedó dormido y soñó que volvía a su casa y que veía los huesos de su madre sobre las ruinas de lo que había sido su hogar. Soñó que su hermana era una mendiga vagabunda, y que su casa y sus campos estaban abandonados y cubiertos de hierbajos.
Despertó llorando amargamente y fue tanta su congoja que dejó a Marpa y volvió a su pueblo, donde confirmó lo que había soñado. Entonces surgió en su interior un angustioso deseo de renunciar al mundo. Decidió retirarse a una cueva a meditar, con el firme propósito de alcanzar la iluminación.
Tras 12 años de disciplina espiritual, Milarepa alcanzó el estado de Buda, la iluminación. Después comenzó a aceptar discípulos y a enseñar mediante canciones y versos.
Milarepa vivió sin pertenencias en los elevados baldíos del Himalaya. Para él, la pobreza era una forma de liberarse de la tiranía de las posesiones materiales. Se alimentaba solo de ortigas, que crecían justo a la entrada de su cueva, hasta que todo su cuerpo adquirió un tono verdoso.
Milarepa se sometió a rigurosas disciplinas espirituales. Practicaba el Mahamudra, la percepción sin esfuerzo de la vacuidad interna externa. Pasó muchas austeridades, pero su autodisciplina fue muy fuerte y rigurosa porque su objetivo irrenunciable era alcanzar la iluminación.
Milarepa tenía muchos poderes, consecuencia de haber alcanzado un elevado estado de conciencia. Uno de los más llamativos es que podía volar por el aire. Los granjeros de alrededor de su cueva se sorprendían con el espectáculo de ver un hombre volando sobre sus cabezas a plena luz del día.
Otro poder que tenía era el tummo, el calor interno para aumentar a voluntad la temperatura del cuerpo, lo que le permitió vivir en su cueva a bajas temperaturas vistiendo solo una delgada túnica de algodón. De hecho, el sufijo "repa" significa el que alcanza la maestría en la práctica del tummo.
Milarepa practicaba una técnica espiritual, y que transmitió a sus discípulos. Consistía en mantener abierta la zona en la parte superior de la cabeza mediante ejercicios de sonido. Esta zona es una puerta que comunica el cuerpo físico con el Espíritu, una puerta descrita como "el Camino Angosto".
Milarepa escribió poemas y canciones en los que expresa, con extraordinaria claridad y belleza, la profundidad de su realización.
Los Maestros de ECK pueden ser invisibles, pero se puede detectar su presencia porque desprenden una esencia floral muy agradable. Eso sucedía con Milarepa y el olor a rosas.
La cueva de Milarepa donde vivió durante 24 años está situada a 11 km al norte de la ciudad de Nyalam, en el Tibet. En los años 1970s se hicieron trabajos de restauración. Actualmente está custodiada por dos monjes y mantenida como un santuario, con una estatua de Milarepa dentro de una urna de cristal.