Apolonio de Tiana
APOLONIO DE TIANA, MAESTRO DE ECK. EL OTRO JESUCRISTO
Apolonio de Tiana fue un Maestro de ECK del siglo I (c. 3 a.C. - c. 97 d.C.). Fue filósofo, matemático, taumaturgo, místico, viajero, vegetariano y seguidor de la doctrina de Pitágoras, Maestro de ECK.
Apolonio nació en Tiana, una ciudad griega, pero hoy día es una ciudad turca llamada Kemerhisar (en turco, "Villa del Acueducto"), situada en la región de Capadocia.
Apolonio tenía poderes sobrenaturales. Demostró sin lugar a dudas que el hombre sobrevive espiritualmente, por su propia habilidad de aparecer físicamente donde quería. A veces se le veía en dos sitios a la vez. Se le consideraba un daimón, un ser intermediario entre Dios y los hombres.
A Apolonio se le denomina “el otro Jesucristo” por los paralelismos de su vida con la de Jesucristo, del que fue contemporáneo.
Ambos fueron famosos en su tiempo. Pero hoy día Apolonio es una figura casi desconocida.
Ambos realizaron milagros: curaron enfermos, expulsaron demonios, resucitaron muertos e hicieron aparecer alimentos de la nada.
Apolonio, además, daba vida a las estatuas convertiéndolas en robots sirvientes. También hacía desmaterializar objetos.
Ambos tuvieron discípulos y numerosos seguidores, que veían en ellos unos salvadores.
Ambos nacieron de una virgen.
Ambos predicaban la vida espiritual frente a la material.
Ambos, tras sus muertes, se aparecieron a sus discípulos. Ambos se aparecieron especialmente a un discípulo que dudaba de la inmortalidad.
Ambos se parecían físicamente en el sentido de que llevaban barba, melena, y vestían una simple túnica blanca.
Ambos viajaron a varios países orientales, incluida la India, de la que se supone aprendieron mucho sobre espiritualidad.
Pero, a diferencia de Jesús:
Apolonio tuvo una vida larga: unos 100 años. Durante su larga vida fue testigo del reinado de una docena de emperadores romanos.
Apolonio predicaba una espiritualidad fundamentada en la sabiduría, en la libertad y en la experiencia de la unión mística con Dios. Jesús predicaba una espiritualidad basada en la fe.
Apolonio no daba ninguna importancia a los milagros que realizaba. Los consideraba algo natural y secundario. Los milagros de Jesús se consideraban una prueba irrefutable de su naturaleza divina.
Apolonio no fundó ninguna religión ni tampoco tuvo alguien similar a Pablo de Tarso, que creó y moldeó a Cristo y su iglesia sin conocerlo. La doctrina de Apolonio desapareció porque no se dieron las condiciones para su desarrollo, condiciones que sí se dieron en el cristianismo.
De Apolonio se sabe mucho, gracias a Filóstrato, su biógrafo. Del Jesús histórico conocemos muy poco, debido principalmente a los años perdidos, el periodo indocumentado entre su infancia y el comienzo de su ministerio.
Acusado de conspirar contra el emperador romano Domiciano, Apolonio fue juzgado y condenado a muerte. Entonces dijo: "No podéis detener mi alma, ni siquiera mi cuerpo". Y acto seguido se desvaneció ante los ojos de los miembros del tribunal. Esta condena a muerte por parte de un tribunal romano se la compara también con la condena que recibió Jesucristo por parte de Poncio Pilatos.
Este es el relato que hace Paul Twitchell de este episodio en "Eckankar, La Clave de los Mundos Secretos", cap. 7:
Cuando tuvo lugar en Roma en el año 96 d.C. el asesinato del emperador Domiciano, Apolonio se había proyectado de su cuerpo, que estaba en Éfeso, situada en la costa jónica de Asia Menor, y se había convertido inadvertidamente en testigo. Apolonio estaba dando un discurso en un jardín de Éfeso cuando Domiciano fue atacado al mediodía en Roma. Apolonio detuvo repentinamente su discurso y gritó: "¡Matad al tirano!" Luego se volvió hacia su audiencia y les gritó: "¡Ánimo, efesios, el tirano ha sido asesinado hoy! ¿Qué estoy diciendo? ¿Hoy? ¡Por Minerva! Fue asesinado en el mismo instante en que me interrumpí a mí mismo!" Los efesios pensaron que había perdido la cabeza, pero en pocos días, llegaron mensajeros para anunciar la noticia y dar testimonio a favor de la capacidad de Apolonio de dejar el cuerpo y ver a gran distancia. Un encuentro anterior con el tirano Domiciano dio lugar al conocimiento de que Apolonio era un gran Adepto. Este gran maestro podía ir y venir a su antojo. El emperador Domiciano vio a Apolonio desaparecer del trono después de que el emperador lo sentenciara a muerte. Apolonio fue cargado con cadenas y rodeado por los guardias del palacio. En un momento estaba allí y, en el siguiente, había desaparecido, sin dejar nada más que las cadenas. Más tarde se registró que momentos después de desaparecer de la vista de Domiciano, el famoso Adepto apareció junto a uno de sus principales discípulos en un camino a unos cientos de kilómetros de distancia.
El emperador romano Septimio Severo fue una gran admirador de Apolonio, y en el año 193 ordenó erigir una estatua en su honor al lado de Orfeo y otras deidades de la mitología grecorromana.
"La Vida de Apolonio de Tiana" es una magna obra de ocho volúmenes, un relato novelado escrito en griego por Filóstrato de Atenas (c. 170 - c. 245). Escribió esta biografía por encargo de Julia Domna, segunda esposa del emperador romano Septimio Severo. Esta obra alcanzó gran fama en su tiempo y proporcionó una figura alternativa a la de Jesucristo. Existe versión en español de esta obra en la Editorial Gredos (Biblioteca Clásica).